La industria de la iluminación y la academia están invirtiendo millones de dólares en el desarrollo de iluminación de estado sólido (Solid- state lighting, SSL), especialmente en la tecnología LED. La mayor parte del esfuerzo se ha centrado en la tecnología y sus costos. Sin embargo, hay una cuestión importante en gran medida sin respuesta, cuya respuesta determinará el éxito o el fracaso de esta revolución de iluminación: ¿Cómo debemos motivar a los usuarios finales a adoptar la tecnología SSL? No importa que tan eficiente sea la tecnología SSL si hay un costo inicial, éste debe ofrecer una funcionalidad notable que no se puede lograr por tecnologías previas como lo fue las lámparas fluorescentes o incandescentes.
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Los propietarios de edificios operan en un micro-mundo centrado en sus propios proyectos y pueden negarse cuando se les pide pagar una prima para un diseño ecológico. El hecho de que ellos perciben el diseño sostenible como un debilitador de presupuesto sólo se suma a este desafío. Sin embargo, de acuerdo a estudios realizados en una Serie de Investigación Sostenible por el LRC (Lighting Research Centre, Norte América), un típico edificio con certificación LEED Silver agrega sólo un 1,7% al costo del proyecto.
Algunas formas de como se puede acortar la brecha entre ahorro y costo, es que los arquitectos de iluminación cuenten con los conocimientos académicos de la iluminación suficiente para convencer al cliente de los beneficios a largo plazo. Esto es posible, ya sea por medio de una certificación LEED, o por medio de una certificación nacional de diseñador de iluminación (Lighting Certification, LC, NCQLP). Segundo, es incorporar un equipo capacitado con ingenieros e incluso urbanistas. Que la planeación de proyectos cuenten con una integración máxima entre todas las entidades.
De estas formas se va alejando de una consideración meramente estética hacia la iluminación y con más consideración hacia el medio ambiente. Así mismo se presenta una propuesta más solida a los clientes del proyecto por el hecho de que indudablemente, la colaboración empresarial podría ser determinante para la concepción de un proyecto.
Sin quitarle valor lumínico en cuanto a rendimiento, excelente calidad de materiales, la modularidad y la belleza, considerar el ahorro de energía en un proyecto de iluminación sobre el costo de éste, es una inversión hacia nuestro medio ambiente.
